Exagerados
Era una señora tan fea, pero tan fea, que cuando fue a un concurso de feos le dijeron:
"Lo sentimos, no aceptamos profesionales"
Un codicioso estaba hablando con Dios y le pregunta:
Dios, ¿cuánto es para ti un segundo?
Y Dios le contesta:
Mil años.
¿Y un centavo?
Mil pesos.
Luego el codicioso le responde:
Entonces, regálame un centavo.
¡Espérame un segundo!
Había una señora tan gorda, pero tan gorda, que cuando le tomaban una foto decía: Continuará.
Era una señora tan gorda, pero tan gorda, que cuando se pesaba, la báscula le indicaba, "por favor, una persona a la vez".
Era una vez un hombre tan feo, pero tan feo, que se tiraba al suelo para que lo besara el diablo.
¡Oye! ¿Qué hora es?
Las doce.
¡Que tarde!
Haberme preguntado antes.
Esta era una famila tan pobre, tan pobre, tan pobre, que por no tener, no tenían ni hambre.
Era un hombre tan bueno, tan bueno, pero tan bueno, que subió al cielo sin haber muerto.
Había una vez una señora tan, pero tan presumida, que en vez de usar zapatos de piel de cocodrilo, usaba un cocodrilo en cada pie.
Había una vez un señora, muy, pero muy chica, que quería enfermarse a diario para que el doctor la diera de alta.
Era un tipo tan vago, tan vago, tan vago, que llamó a los bomberos para que le apagaran la luz.
Había una vez un hombre tan, pero tan alto que vendía chicles en los aviones.
Iba un tipo en su nuevo Ferrari por la autopista estatal corriendo a 150 kilómetros por hora. De repente lo pasa un Volkswagen escarabajo de los más viejos. El tipo sorprendido, quedó atónito. De pronto se fija que el Volkswagen estaba accidentado más adelante y el tipo del Ferrari dice:
Claro, pero cómo va a comparar mi Ferrari con el cacharro ese. El tipo para asegurarse acelera a 250 K/h y va deleitado a gran velocidad. De pronto un destello en el retrovisor y cuando ve, lo vuelve a pasar el Volkswagen y se pierde de vista. Con mucha indignación, el tipo acelera 350 K/h, pero más adelante vuelve a ver al carrito accidentado, ahora sí se fundió ese cacharrón, dice el tipo muy sonriente, acelera a 400 K/h y se va, de pronto, lo pasa el carrito otra vez, esta vez el tipo del Ferrari lo ve nuevamente accidentado y dice:
Ahora si me voy a parar, para ver qué es lo que pasa con ese carrito. Cuando se acerca, ve a un mecánico echándole llave y apretando tuercas en el motor y le pregunta.
Disculpe, ¿algún problema con el carro?
Y responde el mecánico:
No, realmente es sólo que la caja de velocidades se atascó y no cambia para segunda.