Presos
En una cárcel, un preso comenta indignado a su compañero de celda:
Es un poco ridículo lo que están haciendo conmigo.
¿Por qué?
Porque me metieron aquí por robar pan, y ahora me lo traen gratis todos los días.
Eran dos convictos que hicieron un túnel para escapar de la cárcel, cuando se disponían a realizar su escapatoria no contaron que había un guardián que conocía de los planes de escape y los estaba esperando a la salida del túnel con un grueso tolete. Una vez en la escotilla de escape del túnel, dice uno de los presos:
¡Por fin, la libertad! Y abrió la escotilla. Cuando sintió el fuerte golpe del tolete del guardia justo en la boca. El presidiario inmediatamente se regresa con la mano en la boca y el otro le pregunta:
¿Qué pasó? ¿Por qué no saliste?
A lo que el primero respondió sin destapar su boca:
Es que me dá mucha risa, sal tú primero.
Era un señor preso en la cárcel en la cual, todo lo que entraba y salía de ella era minuciosamente registrado.
Un día la esposa del preso le mandó una carta a su marido en la cual decía:
Lorenzo, necesito que me digas en qué momento debo escarbar la huerta para sembrar papas.
contesta el marido:
No vayas a escarbar nada querida porque en la huerta están enterradas todas las armas que escondí.
Luego de tres días Lorenzo le vuelve a escribir una carta a su esposa:
Querida, supongo que la policía ya fue a la casa a buscar las armas, y escarbó todo el patio, ahora ya puedes sembrar las papas.
Un reo, muy enojado, le cuenta a su compañero de celda.
-¡Estoy indignado! Me han echado 40 años y sólo tengo 25.
Van a ejecutar a dos hombres condenados a muerte. El capitán les pregunta:
¿Algún último deseo?
Y uno de ellos contesta:
¡Sí! A mí me gustaría escuchar una canción.
El capitán contesta:
De acuerdo y le dice al otro, ¿Y tú?
A lo que éste le contesta:
Por favor, que me maten a mi primero para no tener que escuchar las porquerías de canciones que éste quiere oír.
Están dos presos y uno le dice al otro:
Te tengo una noticia buena y una mala.
Dime primero la mala.
Es que mañana van a fusilar a uno de los dos.
¿Y la buena?
Es que ese no soy yo.
Estaba un preso en su celda, y llega un nuevo preso, y entre los dos empiezan a platicar y el nuevo le pregunta:
¿Y tú por qué estás aquí?
Y el otro preso contesta:
¡Pues porque no me dejan salir!
Viene el jefe de la cárcel y dice:
¿Quién tiene quejas?
Y todos se quedan callados, nadie dice nada, pero hay una persona que levanta la mano y dice:
Yo sí tengo una queja.
¿Cuál es la queja?
La queja es que es poco segura la instalación, pues no hay salida de emergencia.
Una vez en una cárcel un preso le dijo a un gendarme:
Oiga mi gendarme, anteayer dejé mi cepillo de dientes en la cama y me lo robaron. Ayer dejé mi peine en la cama, y otra vez me lo robaron, y hoy resulta que dejo mis calcetas, y también me la robaron, ¿Sabe de lo que sospecho?
Y el gendarme dice:
No, ¿De qué?
Entonces el preso le responde:
Pues empiezo a sospechar que aquí en la cárcel hay ladrones.
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